Islandia, la Tierra de Hielo. Aunque los primeros habitantes, allá por el siglo IX, la llamaron la Tierra de Nieve.

Los vikingos noruegos, acompañados de esclavos celtas y ganado se asentaron en la isla a finales del IX. En el 930 constituyeron el Althing, una asamblea de hombres libres donde discutían sus leyes y dirimían conflictos. Allí se instauró el Estado libre islandés y se decidió que el cristianismo fuera la religión oficial en la isla.

La libertad no les duró mucho. El empeoramiento de las condiciones de vida a causa del daño originado por el ganado en el suelo, un suelo delicado por su poca antigüedad, y también por la pérdida de los bosques a causa del excesivo uso de la madera como material de construcción y combustible, acabó con la independencia.

Las grandes familias entregaron el poder a los reyes de Noruega en 1262. A partir de 1843 comenzó el retorno pacífico a la libertad con la restauración del Althing, hasta la declaración de independencia en 1944.

En un viaje realizado a primeros de julio, lo primero que sorprende es la luz, que dura cada día las veinticuatro horas. Si hay suerte y el cielo está despejado, se puede contemplar el sol de medianoche. El astro no desaparece a las 12 p.m. El cielo se llena de los colores del anochecer, para luego empezar a remontar en el firmamento.

El país hoy vive de la pesca, la ganadería y el turismo fundamentalmente. Cada año llegan al país visitantes que doblan el número de habitantes.

Tanto en la capital, Reikiavik, como en las pequeñas localidades a lo largo de la costa, se ven pesqueros modernos dedicados a la pesca del bacalao, la merluza y la ballena, entre otros.

El ganado más abundante es el ovino. Se extiende por toda la zona con algo de pasto por todo el país. Allí pasan el verano, desperdigados por llanuras y montes. Lugo, en invierno, vuelven al establo. También son abundantes los caballos islandeses, una raza producto de la mezcla de otras provenientes de los primeros pobladores. San caballos más pequeños que los nuestros, y muy apreciados por su fortaleza y adaptación al medio.

Bordeando la costa, para recorrer el país, quedan imágenes de volcanes, agua abundante en forma de ríos y cascadas, glaciares y icebergs, y como no, el fuego del centro de la tierra que sientes ahí cerca en forma de fumarolas y geiseres.

Comentarios:

2 comentarios en “Islandia. Viaje al centro de la Tierra


  1. Rocío
    16 de julio de 2025

    Para conocer Islandia tienes dos opciones: ir o leer estos reportajes!

  2. Enrique Haya Porrero
    18 de julio de 2025

    Gracias!

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